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¿Cómo elijo un proyector multimedia? CEUP Hace tiempo que los proyectores multimedia forman parte del paisaje en la mayoría de las instituciones educativas y su uso se extendió también a salas de reuniones corporativas, teatros hogareños, templos, etc.

Los equipos actuales cuestan entre diez y veinte veces menos que los primeros, pero aún así siguen representando una inversión importante.

Por esto creemos que es muy importante que elijas bien qué modelo comprar para que no sufras decepciones con su desempeño pero que tampoco gastes dinero de más, pagando por prestaciones que en realidad jamás pensaste usar.

Para el ojo entrenado, es posible extraer conclusiones muy claras a partir de las hojas de especificaciones técnicas de los equipos que se están evaluando pero, para una buena parte de nuestros clientes, estos datos resultan difíciles de interpretar y muchas veces terminan eligiendo un equipo por cuestiones de marca, precio, referfencias -a veces muy certeras y otras veces difusas-, opiniones de vendedores -a veces honestas, a veces interesadas-, etc.

En esta página nos proponemos abordar los aspectos que consideramos clave y de una manera que aún los interesados más inexpertos puedan interpretar.

Después de leerla, al volver a nuestra página de oferta de proyectores encontrarás mucho más sentido en lo que está ahí escrito.

  • ¿Por dónde arrancar? Con la proyección ¡claro!
  • Creemos que el primer paso es decidir qué tan grande deberá ser la proyección y qué proporciones convendrá tener entre ancho y alto.

    Lo más fácil de determinar a ojo de buen cubero, es la altura mínima que ha de tener la proyección para que un espectador con visión normal pueda ver con suficiente claridad lo que se proyecta. En este contexto "con suficiente claridad" significa que pueda leer letras del tamaño de los subtítulos utilizados en el cine.

    El alto de la proyección tiene que ser mayor o igual que 1/8 de la distancia de la pantalla al último espectador. En la mayoría de los casos, esta distancia será aproximadamente igual a la profundidad de la sala.

  • ¿Qué proporciones (relación de aspecto) debe tener la proyección?
  • El paso siguiente es decidir qué relación de aspecto (relación entre ancho y alto) tendrá la proyección.

    Las relaciones típicas ancho/alto son 4/3, 16/9 y 16/10

    La relación a elegir depende del tipo de uso al que se destine el sistema.

    Si el material se prepara y visualiza mayormente en una PC de escritorio, tal vez 4/3 sea la mejor elección (una proyección más cuadrada)

    Si, por el contrario, se usa mayormente una notebook, los formatos de 16/9 y 16/10 serán los más adecuados.

    Para la proyección de películas y otro material artístico también resultarán mejores estos formatos más apaisados.

    Finalmente, si vas a usar el proyector en combinación con algún dispositivo que lo haga portar como una pizarra electrónica, también será mejor que elijas un formato más apaisado porque, a igual altura, te ofrecerá más espacio para escribir.

  • ¿Cuál será la dimensión completa de la tela (o porción de pared) a usar?
  • Contando con el alto y la relación de aspecto de la proyección surge el ancho que debe tener la misma.

    ancho = alto / relación de aspecto

    Si vivís en este lado del mundo, habrás tomado las medidas en metros. Sin embargo, por un motivo histórico desgraciado, las medidas de telas, proyecciones y pantallas, se expresan habitualmente en pulgadas.

    Como una pulgada es igual a 2,54 cm, es entonces igual a 0,0254 m.

    Por esto, dada una medida expresada en metros, deberás dividirla por 0,0254 para pasarla a pulgadas.

    ancho[pulg] = ancho[m] / 0,0254

    alto[pulg] = alto[m] / 0,0254

    Con esto en la mano, y gracias a Pitágoras, podrás encontrar la medida de la diagonal de la proyección, expresada en pulgadas:

    diagonal = √ ( ancho² + alto²)

    Si vas a usar telas de proyección, tendrás que encontrar una medida comercial que sea igual o un poco mayor a esta diagonal y, por supuesto, que tenga la misma relación de aspecto.

    Las medidas estándar suelen ser: 70, 80, 100, 120, 150 y 200 pulgadas

  • ¿Qué resolución?
  • La mayor que admita el bolsillo.

    La resolución llamada Super VGA (sVGA), de 800 x 600 pixels, con una relación de 4/3 fue muy popular en las computadoras hace ya un par de décadas.

    Hoy ya nadie considera aceptable esa resolución en un monitor de su computadora de escritorio y por esta razón, el material proyectado con un sVGA se ve bastante distinto al que se tuvo al frente de la vista en la computadora al prepararlo.

    Su principal atractivo es el bajo costo y su uso debería estar restringido a la proyección de videos de VHS, fotografías generales o material preparado teniendo específicamente en cuenta esta baja resolución (p. ej: creando láminas que usen fonts del 24 o un poco más).

    La resolución siguiente es la xGA, de 1024 x 768 pixel, también con una relación de aspecto de 4/3, es la primera aceptable, según nuestro criterio. Al menos para contenidos preparados en una PC de escritorio.

    De aquí en adelante hay varios formatos muy apaisados, con relaciones de aspecto de 16/9 y 16/10: Full HD de 1280 x 720 pixels , WXGA (Wide xGA) de 1280 x 800 pixels, y Full HD1080p de 1980 x 1080 pixels. Todos ellos te darán resultados más que aceptables al proyectar material preparado con notebooks, películas, etc

    La mayoría de los proyectores aceptan señales con resoluciones que son distintas a la propia. Pero para hacer esto acomodan lo que reciben a su propia maquinara óptica agregando o quitando píxeles con una estrategia llamada interpolación. Hay estrategias mejores y peores (decimado, duplicado, promedios ponderados, regresiones bilineales, etc) pero ninguno es tan bueno.

    Para obtener la calidad de imagen óptima en la proyección te conviene ajustar la resolución de salida de la PC de manera que coincida con la resolución nativa del proyector.

  • ¿Qué luminosidad?
  • La suficiente como para que se vea con claridad.

    Lo brilante (o lavada) que se verá una proyección dependerá de la relación que exista entre el brillo que el ambiente lleve a la tela y el brillo que le proporcione el proyector. A nuestro criterio, se ven bien las proyecciones que tengan 4 veces más luz viniendo del proyector que del resto del ambiente.

    Un mismo proyector producirá imágenes más o menos brillantes en función del área (superficie) sobre la que deba distribuir su luz.

    Por este motivo, de los proyectores se define solamente la cantidad total de luz que entregan llamándola Luminosidad y expresándola en una unidad denominada Lumen.

    Por otra parte, el brillo de la proyección (que es lo que realmente nos importa) se encuentra como el cociente entre la cantidad total de luz entregada y la superficie sobre la que ha de repartirse. El brillo se llama aquí Intensidad luminosa y se expresa en una unidad llamada Lux que corresponde a un Lumen / m². Un mismo proyector puede producir una imagen lavada sobre una pantalla muy grande y otra colorida y vibrante sobre una pantalla más pequeña.

    Ejemplo:

    • Tenemos un aula de 8 m de profundidad => la pantalla deberá tener, por lo menos 1 m de alto
    • Deseamos usar la relación de aspecto 16/10 => la pantalla deberá tener por lo menos 1,6 m de base
    • La medida comercial más cercana tiene 1,8 m de base
    • Habrá que desplegarla hasta conseguir una altura de 1,8 m / 1,6 = 1,125 m
    • Digamos que la iluminación ambiente en la zona donde estará la pantalla es de 150 lux (un valor típico)
    • Para ver bien la proyección, precisaremos que el equipo entregue 4 x 150 lux = 600 lux o más a todas las zonas de la pantalla
    • Luego, el proyector precisará entregar -por lo menos- esta cantidad total de luz:
      • 600 lux x Area de la Proyección
      • 600 lux x Ancho x Alto de la proyección
      • Es decir: 600 lux x 1,8 m x 1,125 m
      • ¡1215 (ANSI)Lumen!
    • Vemos que, en este caso, cualquier proyector contemporáneo excede largamente estas capacidades mínimas. Podrás aprovechara esta ventaja para elegir una zona de proyección más grande y/o para no tener que cuidar tanto la llegada de luz ambiente a la pantalla

  • De paso: ¿Qué es un ANSI Lumen?
  • Medir la cantidad de luz (Lumen) entregada por una lamparita es algo relativamente sencillo, porque la luz que produce fluye al exterior sin barreras ni cambios en el tiempo. Tampoco se hace presente aquí un concepto tal como el contraste.

    Medir la cantidad y calidad de luz entregada por un proyector de imágenes ya no es tan fácil porque, justamente, la gracia de estos equipos es que entreguen una iluminación que cambie en el espacio y en el tiempo para producir las imágenes que vemos.

    Además, si se midiera simplemente la intensidad luminosa a blanco máximo, se correría el riesgo de dar por bueno un proyector que tiene poco contraste, o que brinda una iluminación muy despareja (intensa en el centro y oscurecida en las esquinas), etc.

    Por eso el ANSI (American National Standards Institute, algo así como nuestro IRAM) define un método de medición en su documento IT7.215 (1992):

    • Se pone en funcionamiento al proyector en una habitación a una temperatura de 25 °C
    • Se entrega al proyector una imagen a proyectar que contiene un fondo complemente blanco con 3 cuadros oscuros al 0%, 5% y 10% y 3 cuadros claros al 90%, 95% y 100% de brillo.
    • Para que los cuadros sean suficientemente grandes, se pide que cada uno represente un 5% del área total de la proyección
    • La idea es que, en una proyección adecuada, todos los cuadros deberán ser distinguibles entre sí
    • Se ajusta primero el brillo del proyector, hasta que se pueden distinguir claramente entre sí los cuadros oscuros
    • Luego se ajusta el contraste hasta que se pueden distinguir claramente entre sí los cuadros claros
    • Se cambia la imagen a proyectar por un blanco pleno
    • Se divide (imaginariamente) la pantalla en 9 partes (3 filas x 3 columnas) y se toma la intensidad luminosa en el centro de cada una de ellas con un luxómetro
    • Se multiplica cada uno de estos brillos centrales por el área de cada una de las 9 partes obteniendo 9 flujos luminosos parciales (Lümen)
    • Se suma todo obteniendo el flujo luminoso total (Lumen)
    • Para indicar que la medición se hizo respetando este protocolo, se expresa el resultado como ANSI Lumen
    • Este método, si bien asume que la iluminación puede no ser pareja en toda la extensión de la pantalla, no informa qué tan homogénea sería. Si el mundo nos escucha, a lo mejor algún día, la luminosidad se exprese en TecnoEdu Lumen a la manera de 3500 / 95% pero por ahora no es el caso 😊

  • ¿A qué distancia debe estar el proyector de la pantalla?
  • Las hojas de datos (y la folletería bien hecha) de los proyectores incluyen un parámetro llamado Throw Ratio

    A partir del mismo y conociendo el ancho de la proyección deseada, te resultará muy fácil determinar a qué distancia deberás colgar el proyector de la pared o pantalla:

    Distancia Proyector-Pantalla = Ancho de la proyección x Throw Ratio

    Muchos proyectores tienen un ajuste de zoom, que les permite cambiar su Throw Ratio con una palanca o ajuste roscado. Entonces:

    • La hoja de datos incluirá su valor mínmo y máximo.
    • Te recomendamos tomar un valor intermedio entre ambos para hacer el cálculo de la distancia a la que deberás colgar el proyector
    • Una vez colgado del techo podrás hacer pequeños ajustes de tamaño (normalmente de +/- 5 o 10 %) para que la imagen entre perfectamente en la tela
    • Si vas a proyectar sobre una pared y el tamaño de la proyección no precisa ajustarse tan finamente, te recomendamos usar el Throw Ratio más pequeño (el que se obtiene con el zoom al máximo) ya que en esta posición las ópticas de los proyectores suelen aprovechar mejor la luz disponible de sus lámparas, con lo que conseguirás un poco (poquito) más de brillo que con el zoom estirado (al mínimo)

  • ¿A qué altura hay que colgarlo?
  • Salvo contadísimas excepciones, los proyectores se diseñan y construyen para que su eje mayor quede completamente horizonal y su objetivo se ubique a la altura del borde superior o inferior de la pantalla.

    Es posible disponer al proyector inclinado hacia arriba (hasta traen una patita retráctil y algunos usuarios ponen libros o borradores debajo de ellas para inclinarlos aún más) , o picados hacia abajo (usando los ajustes de "azimut" de los soportes de techo).

    Sin embargo, al inclinarlos:
    1) La proyección se deforma en un trapecio que hace acordar a la piedras angulares de los arcos romanos o "keystone".
    2) No todos los pixeles se pueden poner en foco simultáneamente, así que una parte de la proyección queda un poco desenfocada.

    Al segundo efecto no hay cómo remediarlo. Para corregir el primero los proyectores tienen un control llamado -casualmente- "keystone". Lo que hacen es producir una deformación de la imagen a proyectar exactamente inversa a la que está provocando la inclinación para que se cancelen. Pero para lograrlo, recurren una vez más a la interpolación, con la que "se comen" pixeles del lado que queda "más gordo" en la proyección, perdiendo resolución.

    Para obtener la calidad de imagen óptima en la proyección te conviene evitar a toda costa el uso del control de keystone acomodando la disposición de pantalla y proyector para que este quede horizontal.

  • ¿Proyectores de tiro normal, corto o ultra corto?
  • Dado un tamaño deseado de proyección, la distancia a la que habrá de colgarse el proyector de la pantalla dependerá de su Throw Ratio

    Hay equipos que deben ponerse lejos, y otros más cerca. Con unas bandas de decisión un poco difusas, se los clasifica actualmente en:

    • Tiro normal
    • Tiro corto
    • Tiro ultra corto

    En general, cuanto más corto es el tiro (menor el Throw Ratio y menor la distancia proyector-tela) más elaborada y costosa es la maquinaria óptica que se precisa.

    Por eso, a igualdad de otras condiciones, los proyectores de tiro corto son más caros que los de tiro normal, y los de tiro ultra corto son muy caros.

    Pero entonces: ¿por qué alguien puede querer un equipo de tiro más corto que el normal?

    • Porque asume que, siendo el equipo más caro, producirá mejores resultados 😓
    • Porque no llega con los cables 😓
    • Porque no tiene cómo colgarlo del techo y precisa fijar un soporte en la misma pared sobre la que se apoya la tela 😐
    • Porque lo está usando como parte de una pizarra electrónica y le molesta la sombra de la mano del propio expositor 😊

    De todas estas opciones, la única potente y determinante es la última. Las anteriores, en general, se pueden arreglar de otra manera

  • ¿Qué tecnología? DLP o Polisiliconados
  • La percepción humana de los colores se estudió con mucha profundidad en la década de los 50s, cuando estaba naciendo la televisión color.

    Casi todos los sistemas electrónicos utilizan de una forma bastante directa los resultados de estos estudios reproduciendo las imágenes a color como la combinación de 3 imágenes, una en rojo, otra en verde y otra en azul (RVA o RGB en Inglés). Estas combinaciones no reproducen todos los colores que el ojo humano es capaz de ver en la Naturaleza, pero se aproximan bastante.

    La enorme mayoría de los proyectores usan una de estas tecnologías para producir las imágenes a color:

    Polisiliconados

    • La luz blanca de la lámpara se divide en los 3 colores a través de filtros y espejos
    • Cada luz coloreada se hace pasar a través de una pequeña diapositiva armada con un LCD
    • Se recombinan las 3 componentes en un mismo paso óptico y se las hace salir por el objetivo, rumbo a la pantalla
    • El sistema lleva varias piezas de precisión y la luz pasa por varios lugares:
      • El costo es mayor que otras alternativas
      • Pesa más
      • Se pierde un poco de luz
      • El contraste entre blanco pleno y negro pleno no es demasiado alto
    • Pero:
      • Se obtienen colores más fidedignos
      • El envejecimiento de la máquina óptica se manifiesta principalmente por la acumulación de polvo y pelusas en el interior de la máquina óptica, pero esto se puede solucionar con una cuidadosa limpieza (que se hace en talleres especializados)

    DLP

    • La luz no pasa a través de muchas superficies, sino que el elemento principal es un "espejo mágico": un damero con micro espejitos encerrados en microburbujas de vidrio, donde cada micro espejito es un pixel, que invento Texas Instruments y lo bautizó como DMD
    • Cada espejito puede adoptar dos posiciones, de frente refleja toda la luz que le llega y de canto no refleja nada
    • Haciendo oscilar al espejito entre las dos posiciones a alta velocidad (unas mil veces por segundo) el ojo verá en él un brillo promedio, que se corresponderá con la proporción de tiempo en que el espejito estuvo reflejando contra la que estuvo de canto (usando un sistema conocido como modulación por ancho de pulsos)
    • Hasta aquí este sistema podría producir imágenes en blanco y negro y nada más, pero, entre la lámpara y el damero de espejitos (o DMD) se interpone un disco de vidrio con sectores coloreados que gira a alta velocidad (en general, igual a la frecuencia de refresco de la imagen o "frame rate")
    • Mientras que el disco deja pasar la luz roja, el DMD arma la imagen del canal rojo, cuando deja pasar el la verde el DMD arma el canal verde, etc.
    • Dejando un sector del disco completamente transparente, el DMD puede armar también la componente monocromática de las imágenes, consiguiéndose blancos más brillantes
    • Comparado con los sistemas polisiliconados, el DLP:
      • Lleva menos piezas
      • Es más económico
      • Es más liviano
      • Es más pequeño
      • Produce imágenes más brillantes a igualdad de lámpara y consumo eléctrico
      • Consigue mayores contrastes, con blancos más blancos y negros más negros
      • Consigue altas saturaciones de color (colores intensos)
    • Pero:
      • No es tan fiel en la reproducción de los colores
      • El envejecimiento de la máquina óptica se manifiesta principalmente con el desgaste de las piezas en movimiento (disco y microespejitos). A veces se parte el disco (entrada obligatoria al taller), y los pixeles del DMD van muriendo de a poco, quedando puntos negros fijos en la proyección (auí la muerte es lenta y el usuario decide finalmente cuándo enviar el equipo al taller)

    DLP con LEDs y/o Lásers

    • La idea de base es la misma que el DLP, pero en lugar de conseguir las luces coloreadas a través de un disco de filtros, se utilizar diodos LED o láseres de estado sólido de los colores rojo, verde y azul, encendidos en secuencias para armar la pila de imágenes correspondientes
    • Se elimina uno de los elementos móviles
    • Hay que agregar varios elementos ópticos extra, con su costo, peso y volumen asociados
    • Si el sistema usa láseres, se pueden conseguir brillos muy altos y fidelidades cromáticas extendidas, tales como los que demandan las salas de proyección comerciales

    También hay polisiliconados con Lásers pero son mucho más raros

    Finalmente: hay algunos proyectores -de las líneas más económicas de todas- que utilizan un solo panel LCD con los 3 colores metidos dentro de sí. Es como si uno desarmara una notebook y usara el LCD de su pantalla sin la cobertura posterior. Si bien esta era la única tecnología disponible al comienzo de esta historia, no producen resultados que se consideren aceptables hoy en día.

  • ¿Qué audio?
  • Cualquiera. Ninguno te dará un resultado satisfactorio.

    El audio de los proyectores se usa normalmente sólo para saber si funciona bien la salida de la computadora (monitoreo) pero tanto su potencia como su respuesta en frecuencia son -en general- muy pobres.

    En alguna época, algunos fabricantes se esforzaron en poner audios estéreo, de mayores potencias y con parlantes más importantes, pero el aumento de tamaño, peso y costo no compensan la poca mejoría que se consigue.

    Usá un sistema de audio externo. Según el caso puede ser el audio de sala, un home theater, el audio manos libres de un sistema de videconferencia (p. ej. PUS-M210W), un baffle potenciado o hasta una cucaracha con Bluetooth.

  • ¿Qué conexiones?
  • En la vieja época, solía ser importante tener varias entradas del tipo llamado VGA (las fichas azules, trapezoidales, con 3 hileras de patitas), una salida para conectar un monitor en cascada, audio, video compuesto para poner videocasseteras, sVideo para conectar videocámaras, entradas de línea para el audio, puertos para pen drives, etc.

    Hoy por suerte, a todos los efectos prácticos, con que tenga una o dos entradas de HDMI ya alcanza.

    En las instalaciones de grandes auditorios o usos profesionales también puede resultar útil contar con una entrada de Ethernet o RS232 para comandar el equipo desde una PC, sin depender del control remoto.

    Pero nada más.

    Verás que aún hoy varios fabricantes ofrecen aún equipos con tableros de conexión poblados de opciones, pero en la práctica casi no hemos encontrado clientes que hagan uso de ellos.